sábado, 31 de diciembre de 2011

2º Concurso Internacional de Gastronomía organizado por Apicius Apicio

Me hizo mucha ilusión cuando, a traves del muro de mi amigo de facebook José Soler (Web Gastronómica Levantina. La Gastronomía de José Soler. Grupo) me invitó Apicius Apicio a participar en el 2º Concurso Internacional de Gastronomía por él organizado en dos categorías: salado y dulce.

Pero lo que más ilusión me hizo fue cuando me comunicaron que había sido uno de los ganadores (en la categoría de salado) con el plato que presenté "sopa de otoño".


Sopa de otoño
con puré de castañas, setas de temporada, foie de pato a la plancha y huevo de codorníz poché.

¡Qué alegría!. ¡Y por partida doble!, tanto por el premio (mejor dicho, los PREMIOS), como porque ese plato formó parte de una comida que di en mi casa a unos amigos como homenaje por la jubilación de un buen amigo y compañero, Felipe Velasco.

Desde este humilde y joven espacio gastronómico (empecé el pasado 11 de septiembre de 2011) quiero dar las gracias a Apicius Apicio por su invitación y por su trabajo diario en sus blogs, a mis amigos por el ánimo que me han dado con sus comentarios en la receta y otros foros y, como no, a los patrocinadores por los maravillosos regalos con los que han colaborado.

¡Muchas gracias a tod@s! y enhorabuena al resto de premiados.






Los PREMIOS:




Y me falta por decidirme por un taller de "El Taller de las Tradiciones"
(creo que va a ser el de panadería y pasta fresca)
y
una cena en el restaurante "La Cocina de Plágaro"
(un finde me escaparé a Vitoria-Gasteiz, ya os contaré)

¡Ah!, y por recibir la placa conmemorativa.


Los Patrocinadores del Concurso:
 
 
 




  






viernes, 30 de diciembre de 2011

Restaurante CILANTRO

Parece mentira que con los tiempos que corren haya gente que se atreva a montar negocios. ¡Estos son verdaderos emprendedores!.

En cualquier caso, aparte de la osadía o valentía que hay que tener para montar un restaurante hoy, no es menos cierto que hay que poner imaginación para sobrevivir y especialmente despuntar del resto.

Pues esto es lo que han conseguido en el gastrobar Cilantro.


Un verdadero descubrimiento, y, aunque está muy cerquita de mi casa, lo que es el azar... ¡Lo descubrí por casualidad leyendo una revista de avión en uno de mis viajes a Gran Canaria!. Y he aprovechado estas fechas para pasar a conocerlo.

Local pequeño, dos plantas: en la planta de calle está la barra donde sirven vinos y cervezas con sus correspondientes pinchos; en la planta baja la cocina y la sala, pocas mesas (casi mejor).

El servicio de los más correcto, agradable y profesional a la vez. De agradecer, porque con los tiempos que corren, cualquiera piensa que puede ser "camarero" y no hay profesión más complicada (por servicio, trato al cliente, conocimento de la materia y un largo etcétera).

A la hora de elegir nos ayudaron bastante pues íbamos a pedir tres platos para compartir. Nos recomendaron cenar de pintxos para de este modo probar más de la carta. Así hicimos, y este fué el resultado:

PINTXO nº 1
Salmorejo cordobés retocado, huevo duro y jamón ibérico



PINTXO nº 2
Txipirón de anzuelo de Txigundi a la parrilla,
cebolla confitada y vinagreta de tintas



PINTXO nº 3
Tajada de bacalao frito a la Donostiarra



PINTXO nº 4
Filetito de solomillo de buey Strogonoff



PINTXO nº 5
Medallón de solomillo ibérico, crema de mango y reducción de teriyaki


Como todavía nos cabía un poco más (sobre todo a mi) y habíamos leído sobre las "bondades" de sus hamburguesas, nos pedimos una de ellas...

La GASTROHAMBURGUESA D.O.
200 gr. de lomo de buey Angus tejano, picado fínamente y hecho a la parrilla de carbón, queso Cheddar, brotes de rúcula y patatas en gajos.



La cena fue regada con un vino D.O. Rueda "Nix ALBA 2010" del que, por cierto, no quedó ni una gota.


Y luego el precio, que por menos de 50 € nos fuimos para casa como "Generales". Buen descubrimiento. Volveré.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Dos quesos de Valladolid: volován de queso crema con dulce de membrillo y tacos de queso de oveja curado

Y para rematar la comidad de Navidad 2011 tenía pensado un postre que a mi cuñado (natural de Medina del Campo) le gusta mucho: unas sopas de almendras.

Pero como nunca las había hecho, y a mi esto de los dulces es lo que menos gracia me hace... pues me decidí por unos quesos de la provincia de Valladolid. Pero... ¿cuáles?.

El año pasado tuve la oportunidad de probar unos quesos de la quesería artesanal ARMANDO SANZ S.L. (Serrada - Valladolid).


Y este año me decidí a ponerlos de postre. Solo me acordaba que uno era "FELIX" y el otro "EL SECRETO DE ARMANDO", por lo que buscando por internet di con ellos con cierta facilidad. Llamé, los encargué (especialmente el secreto de Armando, que es un queso de pasta blanda y que está cuando está) y a por ellos a Serrada (entre Medina del Campo y Valladolid).


Y ahí me tienes, doscientos kilómetros para comprar unos quesos, luego a Valladolid a comer (recordad mi entrada del restaurante Los Zagales, fue ese día cuando los compré) y de regreso por la tarde a Madrid. ¡A quién se lo cuente no se lo cree!.

Bueno, pues son dos quesos muy distintos.

Uno añejo, de oveja, duro, con una textura similar al parmesano y de un sabor espectacular: fuerte, ligeramente picante.


El otro de pasta blanda, cremoso, que hay que dejar a temperatura ambiente la víspera para tomarlo en sus mejores condiciones. Sútil de aroma, cremoso en boca, muy largo e intenso de sabor. ¡Una delicia!.


El postre no podía ser más sencillo de preparar:

1.- El queso añejo se corta en tacos y sin más al plato.

2.- El queso crema se deja atemperado y se abre como una torta (por arriba) haciendo una tapa. Se saca con una cuchara y se echa dentro de un volován en el que previamente hemos metido un poquito de dulce de membrillo casero.

¡Buen provecho!.


Dos quesos de Valladolid:
Volován de queso crema con dulce de membrillo y tacos de queso de oveja curado.

Si tenéis oportunidad probad estos quesos. Son una verdadera delicia para el paladar, hechos con mucho amor.

Solomillo de ternera avileña con setas sorianas y patatas panaderas

¿Quién no conoce a un carnicero que no presuma de los productos que vende?. Yo creo que ninguno, pero de ahí a que realmente sean lo que dicen...

Pues con Ismael (Carnicería Hnos. Barbero) yo no tengo ningún problema. Son muchos años comprándole la carne en Las Navas del Marqués (Ávila) y, hasta hoy lo dicho: ningún problema. No hace falta ni que vaya. Le llamo por teléfono, le encargo lo que quiero (y como lo quiero) y solo pasar a pagarle a la hora de recogerlo.

Y eso mismo me ha pasado con este solomillo de ternera avileña. Encargado por teléfono y recogido un par de días antes de la fiesta. Enterito y limpio. Dos kilos y medio. ¡A por él!.

Ingredientes (6 personas):

800 gr. de solomillo de ternera avileña
125 gr. de setas de cardo (Pleurotos eryngii)
125 gr. de setas pie azul (Lepista nuda)
Pimienta negra en grano
4 patatas nuevas (unos 400 gr.)
1 cebolla blanca
Aceite de oliva
Sal común

Preparación:

Empezamos por lo más laborioso que es el hacer las patatas panaderas. Para ello pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en rodajas finas. Mezclamos con la cebolla cortada en juliana y echamos el conjunto en una sartén con abundante aceite caliente.



A los cinco minutos bajamos a fuego medio y vamos removiendo con la ayuda de una paleta para que las patatas y la cebolla se vayan haciendo por igual.


Una vez hechas retiramos de la sartén, escurriendo la mayor cantidad de aceite que podamos, y reservamos en un bol.


Mientras que se van haciendo las patatas, limpiamos las setas con un cepillo y/o un trapito húmedo. Retiramos los pies y cortamos los sombreros en láminas finas.


En una sartén caliente echamos un chorretón de aceite de oliva y las setas. Salpimentamos y dejamos saltear como un par de minutos a fuego fuerte. Reservamos.


Y para los solomillos, ponemos a calentar una sartén tipo "carmela". Cuando esté bien caliente echamos un poquito de aceite de oliva y marcamos los solomillos. Primero por un lado como unos cuatro minutos y luego por el otro unos 3. Sacamos y reservamos.


NOTA: alguien puede estar pensando ya que la carne está poco hecha. Efectivamente lo está, pero tiene su razón. Os lo explico. Estos solomillos han servido como plato de carne en la comida de Navidad 2011. Eramos 12 personas por lo que pensar la que tengo que preparar en una cocinita pequeña para servir a todos a la vez. Por eso he marcado la carne y hecho muy poco, porque luego he colocado los solomillos en un plaqué de horno, los he tapado con papel de aluminio y, 30 minutos antes de servir, los he metido en el horno precalentado a 180º C. Estaban en su punto a la hora de servirlos. Probad así para cuando tengáis muchos comensales.

Presentación:

En un plato llano colocamos en la base las patatas panaderas (que si vemos que se nos han quedado frías, las podemos dar un calentón de un minuto en el microondas), encima el solomillo y napando unas setas. Salseamos con el jugo de la carne y de las setas.

Solomillo de ternera avileña con setas sorianas y patatas panaderas.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Trucha palentina en escabeche suave con ensalada de brotes tiernos

Esta receta ya la preparé en su día como unas truchas escabechadas con ensalada de brotes de cebolla pero como esta vez han servido para la comidad de Navidad 2011 y como estoy subiendo todo lo que comimos ese día...

La comida giraba en torno a platos de cocina de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y nada, a buscar truchas de Palencia, que en la provincia se dan muchos ríos trucheros.

Una odisea conseguirlas, pero al final, hay que tener amigos hasta en el infierno...

Como ya os hago referencia a la receta original en el link anterior, tan solo deciros que como variante he empleado chalotas en lugar de cebolla blanca convencional. Es más sabrosa. Y he acompañado a la ensalada de brotes tiernos (que también eran de cebolla, no encontré otros) con un tomatito cherry.

La ensalada no la aliño, por que con salsear con el escabeche de las truchas es suficiente.

La muestra de como quedó el plato:

Trucha palentina en escabeche suave con ensalada de brotes tiernos.

Judiones de La Granja con sus sacramentos...

Cuando bajé a la tienda de ultramarinos a comprar judiones de La Granja de San Ildefonso (Segovia) me llevé por una parte una gran decepción, pero por otra (aunque un poco más tarde) una gran alegría. Os cuento.

Mi intención era comprar unos buenos judiones, ponerlos a remojo la víspera y hacerlos despacito, despacito (al amor de la lumbre, que se decía antes), pero va el tendero y me dice: No te los recomiendo, salen muy pellejones y algo duros. ¿Y qué hago yo ahora?, le contesté. No te preocupés José, llévate éstos cocidos de bote que salen muy bien...

Sinceramente, me tuvo que convencer, supongo que por la cara que puse (¿Yo comprando comida medio preparada...?). Y menos mal, porque mi alegría (y la de  los comensales) vino después: ¡PEDAZO DE JUDIONES!.

Este es el principio de una gran amistad...

Ingredientes (6 personas):

2 botes de judiones de La Granja cocidos (400 gr. c.u.)
2 cebollas
1 clavo de olor
1 oreja de cerdo
1 pie de cerdo
Chorizo
1 cabeza de ajos
Pimentón dulce
Aceite de oliva
Sal común

Preparación:

Quemamos los pelos de la oreja y el pie y retiramos con un cuchillo. Lavamos bien y echamos en una olla con agua fría (SIN SAL) junto con una cebolla, un clavo de olor y media cabeza de ajos.


Ponemos a hervir y cuando rompa desespumamos. Tapamos y dejamos cocer al mínimo durante dos horas. Pasado este tiempo dejamos que se atempere y retiramos la oreja y el pie.


Deshuesamos el pie y lo picamos, al igual que la oreja. Reservamos estos ingredientes y el caldo de la cocción, por separado.


En una olla echamos un buen chorretón de aceite de oliva y pochamos una cebolla cortada en brounoise fina y 6 dientes de ajo bien picaditos. Cuando estén bien doraditos incorporamos una cucharada de pimentón (yo he utilizado dulce pues el choricito ya aportaba algo de "gracia"), removemos sin que se nos queme y añadimos el chorizo cortado en rodajas. Dejamos freir medio minuto.


Sacamos los judiones del bote y lavamos bajo chorro de agua, no muy fuerte para que no se rompan, hasta que deje de salir espuma. Dejamos escurrir y los incorporamos a la olla.


Cubrimos con el caldo de cocción, rectificamos de sal y dejamos cocer durante veinte minutos con el fuego al mínimo.


Pasado este tiempo añadimos el cerdo (pie y oreja) picados y dejamos cocer diez minutos más.


Presentación:

En un plato hondo, unas cazadas y... ¡a qué esperamos!. ¡Buen provecho!.

Judiones de La Granja con sus sacramentos.